
Cultura Digital
¡Smartphones bara bara!

Aún en el año 1995 tener un “teléfono celular” significaba que nuestro ingreso era muy superior al de la gran mayoría. Películas como “Clueless” mostraban la frivolidad de la gente que ostentaba un celular como símbolo de status y “superioridad” ante las masas.
En el año 2000 ya se veían cada vez más celulares en las calles y las compañías ofrecían planes muy accesibles para que un individuo con un ingreso promedio pudiera tener uno. Nacen los “kits amigables”, las “recargas” con tarjetas de prepago, y la tecnología se aplicó para fabricar terminales cada vez más pequeñas y prácticas.
Por esos años Nokia dominaba el mercado con aquellos famosos 5110 done podías jugar “viborita”, Motorola preparaba sus modelos “de lujo” como el Razr V3 y Samsung ocupaba un deshonroso décimo lugar en las preferencias de los usuarios.
Parece que fue ayer
2002 vio nacer el primer BlackBerry de RIM, un aparato que combinaba una PDA con un teléfono celular, así nacía el concepto de smartphone. Con un precio que oscilaba los $500 dólares en planes de renta, la BlackBerry inauguraba una nueva categoría en la historia de la telefonía celular, dando paso a los aparatos que emulaban una oficina ambulante.
El reinado de BlackBerry en la categoría de smartphones duró más de 5 años y los intentos de otras compañías por superarla fueron nulos. Hasta que llegó el aparato que cambiaría no solo la categoría de smartphones, sino la historia de la humanidad: El iPhone.
Con un precio muy similar al BlackBerry, iPhone apareció como una nueva opción en el espectro de los aparatos que contaban con conexión a Internet y ofrecía la posibilidad de conectar toda tu vida digital a él. En ese momento no había nada que se le pareciera, su diseño era un desafío a los gustos y usos de la mayoría de los usuarios.
Por aquellas fechas Nokia seguía siendo reina con aparatos que iban desde la terminal sencilla que solo servía para hacer llamadas y enviar SMS hasta los serie N que ofrecían cámaras de 3 megapixeles y reproducción de MP3.
En 2008 aparece el primer dispositivo con sistema Android, el famoso T-Mobile Android G1 (HTC Dream) que mantenía un teclado QWERTY pero ya traía una pantalla táctil similar al iPhone de Apple.
Resulta increíble que en tan solo 10 años la tecnología haya dado un giro tan importante, transformando los aparatos con grandes pantallas “touch” en la tendencia generalizada y volviéndola una necesidad de la vida moderna.
Una necesidad, más que un deseo
La telefonía celular nació siendo un servicio premium, reservada para aquellos que podían gastar más de $3000 dólares mensuales a mediados de los 80´s. Poco a poco se fue haciendo accesible para todo el mundo hasta la llegada de los smartphones, categoría que volvió a ser exclusiva de unos cuantos y que de nuevo, poco a poco, ha ido abaratándose hasta alcanzar a los segmentos más bajos de la sociedad.
Hoy no es difícil ver al taxista chateando en su Galaxy S3, o al microbusero subiendo una foto a Facebook, o a una señora de clase media en el súper escaneando un QR code.
Si bien la telefonía celular se ha vuelto una necesidad de la vida moderna, los smartphones continúan siendo caros, tanto los aparatos como los planes de datos para poder obtener todos los beneficios de sus funcionalidades.
Según la AMIPCI, durante el primer trimestre de 2013, en México los smartphones aumentaron 61%, comparado con las cifras del mismo periodo del año previo, al pasar de 2.7 a 4.4 millones de dispositivos. La venta de teléfonos tradicionales registró una caída de 33%, ya que durante el primer trimestre de 2012 se vendieron 6.3 millones en este segmento, a diferencia de los 4.3 millones vendidos de enero a marzo de 2013.
En América Latina, México ocupa el segundo lugar de consumidores de smartphones, después de Brasil que ostenta el primer puesto.
¡Bara, bara!
Así es, la tendencia en el uso de smartphones está a la alza en todo el mundo y México no se queda atrás. Las compañías saben que el negocio está en abaratar cada vez más los aparatos para acceder a los servicios.
Las compañías telefónicas apuestan a un crecimiento de usuarios de servicios de datos que en 2015 estaría por encima del 75% de penetración entre los usuarios de telefonía celular.
Por ello los fabricantes de smartphones se están poniendo las pilas para ofrecer la tecnología necesaria para poder acceder a estos servicios a un precio cada vez menor.
Quizás el mejor ejemplo de este movimiento sea el mal llamado iPhone “low cost” que, en apariencia, significa la caída de status del otrora aspiracional iPhone.
Con esta apuesta, Apple desea generar un efecto “halo”, que no es otra cosa que ofrecer un producto al alcance de la mayoría que facilite la entrada de nuevos usuarios al ecosistema de Apple para después volverlos leales a la marca.
Esta estrategia ya les ha funcionado en otras ocasiones con productos como el iPod mini o la Mac mini que pretenden acercar a los usuarios para después moverlos a adquirir productos de gama alta.
El iPhone 5C (“low cost”) es un producto que pretende construir toda una nueva categoría, ofreciendo prácticamente las mismas funcionalidades de un iPhone 5 en un aparato que se convertirá en la opción para aquellos que tenían planeado adquirir un teléfono celular convencional. Será prácticamente irresistible tener un iPhone 5C como lo fue en su momento tener un iPod Nano de colores.
Esperemos que toda esta historia termine por acercar la tecnología a las masas para que los servicios sean cada vez mejores y más económicos.
Les dejo una infografía interesante sobre la evolución del smartphone: